Menú Principal
23 de junio de 2016

Sernageomin declara en alerta Amarilla al volcán Calbuco

El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), a cargo de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile, declaró en alerta Amarilla al Volcán Calbuco, ubicado en la comuna de Puerto Varas, en la región Los Lagos, en Chile. Según se informó, los poblados más cercanos  son
Ensenada, Correntoso, Colonia Río Sur y  Alerce.

La institución técnica precisó que la causa de esta decisión es el  aumento de sismicidad observada desde hace algunos días, acompañada de deformación superficial detectada con la red de instrumentos. Esto implica, según se informó, un desequilibrio del sistema interno que es característico en volcanes que han hecho erupción recientemente y que eventualmente podría culminar en actividad eruptiva en semanas o meses.

 

“Aunque los eventos registrados presentan bajos niveles de energía y sólo son detectados gracias a la sensible red de monitoreo instalada en este volcán, el aumento en su frecuencia sugiere variaciones en el nivel base de la actividad del volcán y por ello se ha resuelto que la alerta técnica se cambia a nivel Amarillo”, indicó el Director Nacional del Sernageomin, Rodrigo Álvarez Seguel.

 

Según consta, el Volcán Calbuco es un cono truncado, de perfil irregular, y, a diferencia de los volcanes de los Andes del Sur, se emplaza al oeste de la traza principal de la Zona de Falla Liquiñe-Ofqui, sin estar claramente controlado por estructuras regionales. Presenta glaciares pequeños en la cima, aunque durante la etapa invernal es ampliamente cubierto por la nieve. Se ubica a unos 30 km al este de Puerto Varas y Puerto Montt, y al norte, es cruzado por una carretera internacional, representando una amenaza latente en una zona de gran desarrollo turístico y económico. El edificio se ha construido durante los últimos 300 mil años, predominando los productos andesíticos en los últimos 100 mil años. Hacia fines del último periodo glacial (14.500 años), parte del edificio colapsó hacia el norte dejando un anfiteatro de 2 km en la cima y una avalancha volcánica (3 km3) de más de 15 km hacia el oeste. Su historia holocena incluye numerosas erupciones muy explosivas (plinianas y subplinianas) con generación de flujos piroclásticos que se han extendido más de 40 km al oeste.

 

La actividad histórica documentada incluye al menos 12 ciclos eruptivos. Debido a su composición andesítica predominante, las erupciones históricas revelan un comportamiento eruptivo violento (principalmente subpliniano), caracterizado por eyección de piroclastos de caída y de flujo, además de lavas, domos, espinas, oleadas por explosión lateral y lahares. Los flujos piroclásticos históricos han afectado principalmente el sector noreste del volcán y en menor medida hacia el lago Chapo.

 

La erupción histórica más importante ocurrió en 1893-95, a partir de la cual, se comenzó a formar el domo que ha crecido hasta alcanzar el borde del escarpe originado por la avalancha. Antes de erupciones de cierta magnitud, han ocurrido precursores, como ruidos subterráneos, sismos, fumarolas, pequeñas explosiones de ceniza. Los principales peligros asociados al volcán son caída de piroclastos balísticos y de dispersión eólica (principalmente hacia el sector oriental), lavas (probablemente de longitud menor a 9 km), flujos piroclásticos de diversa magnitud, incluyendo aquellos generados por colapso o explosión lateral del domo, y lahares fríos y calientes. Estos últimos, originados por el contacto entre flujos de bloques y ceniza con hielo o nieve, son comunes en el volcán Calbuco. Lahares voluminosos se producirían fundamentalmente durante erupciones que ocurran durante la temporada invernal. Las áreas más proclives de ser afectadas por lahares son el abanico de Ensenada (norte), el abanico del lago Chapo (sureste) y el abanico de Correntoso (sur).